jueves, 12 de abril de 2012

Vientos de desguace

10.04.2012 -  JAIME PASTOR ROSADO
Publicado en la Vozdigital.es de Cádiz
http://www.lavozdigital.es/cadiz/prensa/20120410/opinion/vientos-desguace-20120410.html

La virulencia con la que actualmente se nos manifiesta el dominio del poder económico sobre la política, hace que olvidemos algo decisivo para entender lo que nos está pasando: que todo ello no es consecuencia de una determinada coyuntura, sino debido a que la esencia de nuestro modelo, de nuestro sistema, descansa no en los derechos, sino en las desigualdades; no en la solidaridad, sino en la competencia; no en la soberanía popular, sino en el dominio de los más fuertes; no en el equilibrio y la sensatez, sino en el disparate y en el afán de lucro de unas élites mediocres e insolidarias; no en unas leyes 'sabias y justas', sino en un ordenamiento jurídico sabiamente diseñado para justificar privilegios injustificables.

En definitiva, todo ello hace que vivamos 'en medio de una falacia descomunal', como bien lo expresó Viviane Forrester en su libro 'El horror económico', escrito hace ya más de una década, y en el que su autora adelantaba muchas de las cosas de tan nefasta actualidad en estos momentos. El arrinconamiento interesado de la política (entendida esta como instrumento para dotarnos de un orden justo, para regular una convivencia en igualdad) y la consiguiente prevalencia de ilegítimos intereses económicos, está teniendo como consecuencia un desbarajuste de proporciones aún imprevisibles. De ahí no ya el miedo, sino el horror que nos produce el inmediato futuro.

Tanto la Socialdemocracia como la Unión Europea, por citar sólo dos importantes logros del pasado siglo XX, se deshacen hoy abatidos por el empuje arrollador de los mercados, precisamente porque ambas construcciones no fueron dotadas en su día de sólidos cimientos políticos, sino que para fundamentarlas se utilizó un endeble entramado de intereses y estrategias de inspiración económica que, al no ser ya funcionales al capitalismo desatado de nuestros días, amenazan con arruinar dos realidades sobre las que tantas esperanzas se pusieron.

Esperanzas que mueren un poco más cada día con el triunfo de la tecnocrática ceguera de ese recalcitrante pensamiento contable, genéticamente instalado en nuestro sistema, y que últimamente ha decidido tomar en sus manos los restos de poder y de derechos que aun quedaban a la ciudadanía 'democrática', dejándonos así poco más que el recurso al pataleo, y aun ello 'dentro de un orden'. Tiene razón el cantautor Luis Eduardo Aute: soplan vientos de desguace.

@jaime pastor rosado

CLARO, CLARO, CALRO. Bien claro y explicado llanamente para que se entienda.

Una breve explicación del milagro aleman, ofertas de trabajo e inicio de los diversos cambios, a través de unos de los programas de la cadena de TV la Sexta: "Salvados". Programa emitido el 19 de febrero del año 2012.

@colaboradores-jagc

La otra cara del milagro laboral alemán: 7 millones de minijobs y 50 céntimos/hora
Publicado en http://www.eleconomista.es/  - 8/02/2012

Sueldos de dos euros la hora para fregar platos y limpiar suelos, agencias de empleo que demandan personal al que pagar menos de 60 céntimos la hora, siete millones de empleados con minijobs... ¿Qué hay detrás del milagro económico alemán?

"Mi empresa me explotaba", asegura Anja, de 50 años, en declaraciones que recoge Reuters. "Si pudiera encontrar otro trabajo, me marcharía muy muy lejos". Durante los últimos seis años se ha dedicado a fregar suelos y lavar platos por dos euros la hora.

La moderación salarial y las reformas del mercado laboral han empujado la tasa de paro hasta el nivel más bajo en 20 años, y el modelo alemán se cita a menudo como ejemplo al resto de países europeos que quieren reducir el desempleo y buscan ser más competitivos. Pero Anja se escandaliza cada vez que lee en un titular, "el milagro económico alemán".

Las consecuencias de la reforma
Los críticos aseguran que los cambios laborales de principios de la década pasada han contribuido a crear puestos de trabajo, pero también han fomentado la existencia de trabajos temporales y mal pagados, incrementando la desigualdad salarial.
Los datos de la oficina de empleo germana muestran cómo el grupo de empleados con salarios más bajos creció tres veces más rápido que el resto entre 2005 y 2010. Eso explica por qué el milagro laboral no ha llevado a los ciudadanos a gastar mucho más, asegura Reuters en su artículo.
En Alemania no existe un salario mínimo a nivel nacional, por eso los sueldos pueden ser incluso inferiores a un euro la hora, especialmente en los estados de la antigua Alemania comunista.
"He tenido algunas personas que ganan apenas 55 céntimos la hora", explica Peter Huefken, jefe de la agencia de empleo de la ciudad germana de Stralsund, la primera de este tipo que ha demandado a las empresas por pagar sueldos muy bajos. Huefken anima a otras agencias a seguir sus pasos.
En 2011, el número de ocupados en Alemania sobrepasó los 41 millones, el nivel más elevado desde la reunificación. La tasa de empleo ha disminuido prácticamente de forma constante desde el año 2005 y ahora se sitúa tan sólo en el 6,7%, frente al 23% de España o el 18% de Grecia.

¿Una reforma precoz?
En 2003, con Gerhard Schroeder como canciller, Alemania se embarcó en una serie de reformas laborales que fueron calificadas por muchos como "el mayor cambio en el sistema de bienestar social desde la Segunda Guerra Mundial", aún cuando muchos otros se movían en la dirección opuesta.
Mientras los socialistas franceses introducían la semana de 35 horas y un mínimo arranque al alza de los salarios, el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) desregulaba el mercado laboral y aumentaba la presión sobre los desempleados para que encontrasen trabajo. Los sindicatos y los empresarios estaban de acuerdo en fomentar la moderación salarial en pro de una mayor seguridad laboral y crecimiento.
A partir de 2005, el desempleo comenzó a caer, acercándose a niveles previos a la reunificación. En otras partes de Europa, en cambio, se empezaba a luchar contra el paro. Pero, desde entonces, han crecido especialmente los empleos temporales y de baja remuneración como consecuencia de la desregulación y la promoción de empleos flexibles y con sueldos de 400 euros, los llamados minijobs, una opción de trabajo a tiempo parcial que puede resultar atractiva para muchos parados.
Las críticas de la OIT
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha criticado recientemente la política alemana de competitividad salarial, considerándola como la "causa estructural" de la crisis en la zona euro.
Según un informe que recoge France Press, las reformas de Schroeder tuvieron como efecto "reducir los ingresos más bajos, especialmente en los servicios, donde aparecieron nuevos empleos de baja remuneración". Pero, al mismo tiempo, "se hizo poco para mejorar la competitividad a través de una progresión de la productividad", según este informe.
La política de deflación salarial no solamente ha afectado al consumo. "También condujo a un aumento de la desigualdad de los ingresos a una velocidad jamás vista, ni siquiera durante el choque producido tras la reunificación", denuncia por su parte la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
La cuestión es que "los demás países consideran cada vez más que una dura política de deflación salarial es la solución a su falta de competitividad", subraya el informe.
Los economistas aseguran que el objetivo de Schroeder era conseguir la reincorporación al mercado laboral de los desempleados poco cualificados y de parados de larga duración. En 2005, su último año como canciller, se jactó en el Foro Económico Mundial de Davos de haber construido uno de los sectores de salarios más bajos de toda Europa, recuerda Reuters.
Hoy, siete años más tarde, los empresarios alaban las reformas que condujeron a la existencia de los minijobs y de los empleos temporales. "Fueron particularmente populares entre las mujeres y los estudiantes para ganar algo de dinero extra", o "dieron más flexibilidad a las empresas y la posibilidad de contratar a más personas para empleos poco cualificados y de baja productividad", son los argumentos que más resuenan.
¿Camino a ninguna parte?
En cambio, los más criticos con las reformas aseguran que se ha tenido que pagar un alto precio, el que supone un mercado laboral de dos niveles. Y apuntan a que si bien ha ayudado a trabajadores de baja cualificación a incorporarse al mercado laboral, las encuestas muestran que no les ha llevado a ninguna parte. Además, alegan que los empresarios tienen pocos incentivos para crear trabajos estables a tiempo completo.
El resultado es que uno de cada cinco empleos en Alemania es hoy un minijob: sueldos máximos de 400 euros al mes libres de impuestos. Para casi siete millones de trabajadores este es su principal empleo.

@editado-delrojoalverde-alaj